Fui hablar con Judit por una cuestión delicada. Cuando llegué a la visita era un manojo de nervios por todo lo que mi situación me representaba a nivel emocional, además de todas las dudas que tenía, ya que no había pasado nunca por un divorcio. Fui, también, con muchos miedos porque no la conocía y estaba tan hundida y asustada a causa de una mala experiencia con una consulta previa en un centro cívico, donde no me sentí bien tratada, que tenía miedo de cómo me iba ar recibir… Judit me dio mucha fuerza, mucha confiança y soporte, y, sobre todo, me sentí protegida. Aun estamos con los trámites, pero se que con ella todo irá bien. Tranquilidad, confianza y seguridad … tres palabras que Judit me hace sentir.